Hace unos días andaba temprano por la ciudad, y noté un poco más de tráfico que en los días anteriores, caí en cuenta que empezaron las clases escolares , veía como madres, padres, abuelitos/as llevaban a los niños tomados de la mano al colegio, muchos con caras somnolientas, y otros hablando como loritos a su representante.
No pude evitar en recordar la emoción y la angustia que me generaba el primer día de clases, la emoción porque estrenaría todo desde los pies a la cabeza, todo olía a nuevo, los útiles, ¡Oh! los útiles, me encantaba el olor de la borra que de seguro no sería la misma al terminar el año porque siempre se me perdía, al igual que el sacapuntas, los colores los adoraba era felíz con mi cartuchera llena de colores, los cuadernos, ¿porque tantos cuadernos?, siempre me he preguntado eso porque nos exígian tantos cuadernos, si a la final nunca los terminabamos, y me extraña que no tenga alguna deformación en la columna ¡porque como pesaban!, también me daba mucha emoción saber si me tocarían los mismos o por lo menos algunos de los/as compañeros/as del año anterior, ya que en el colegio donde estudié era público y tenía como 8 secciones por grado y cada una con 35 alumnos apróximadamente.
Cuando llegaba al colegio nos enfilábamos en el patio por secciones para entonar las gloriosas notas del Himno Nacional "Gloria al bravo Pueblo", cuando llegaba a mi fila y no veía muchas caras conocidas o mejor dicho no veía ni una conocida siempre le preguntaba "algo" al compañero/a que tenía delante de mí, nosé porqué pero por lo general al o a la primero/a que le hablaba resultaba ser mi campañero/a leal por todo el año escolar.
¡Ah! no crean que se me olvidaría comentar las angustias que me causaban este primer día de clases, la verdad eran pocas, sólo 2, me angustiaba saber ¿Quién sería mi maestro/a?, que clase de persona me daría clases, ¿irritable?, ¿Dulce?, ¿Estrícto/a?, pues como sea igualmente tenía que "tolerar". Otra de mis angustias era si me topaba con Edgar y Gustavo, ambos me molestaban por separado, me halaban el cabello, se burlaban de mí, inclusive uno de ellos (Edgar) me levantó la falda una vez (Ups!! no se preocupen tenía mi short de educación física), pero no me dejaba que me molestaran porque les daba su merecido, mi mami en varias oportunidades fué llamada por la directora, pero ella (mami) no me regañaba por eso.
Lamentablemente las emociones que sentía en ese momento hoy día no existen, que lástima era divertido, ¿Será que ser adulto es aburrido?