sábado, 19 de abril de 2008

De bar en bar


Él y ella se citaron una tarde en un bar, apenas se conocen pero decidieron ese día hablar de sus vivencias en companía del alcohol, ambos tomaban cerveza, pasaron las horas, el bar al paracer va a cerrar, ninguno tenía la certeza de cuantas cervezas había tomado cada quien, aún cuando llegó la cuenta, pagaron sin fijarse de la cantidad.


Luego salieron del bar, y quedaron con ganas de beber más, quizás era una excusa para seguir hablando y compartiendo de la compañía.


Se salieron con la suya, ahora están en otro bar con nombre de rey de la selva, seguían tomando y tratando de seguir hablando, porque ya como que no había mucho de que hablar, pero eso no importaba ahí seguían, mirándose y algunas caricias se hacian notar de él hacia ella, a ella parece no molestarle.



Ya tienen que irse son las 2:30 AM, al otro día tenían que trabajar, es decir faltaban pocas horas para ir a trabajar, pagan nuevamente, aqui ni les interesó cuanto se bebió. Buscan el automóvil, pero Oh!! que horror!!, el estacionamiento estaba cerrado fué un susto de momento, menos mal que había un Señor de guardia encargado, le pagaron un poco más, y lograron salir de ahí, ella conducía, y se detuvo en otro bar para tomar la del estribo, el cariño brotaba, las miradas cristalinas de deseo, se tomaron las cervezas y se fueron.


Ella lo llevaba a su casa, aunque en el camino callados seguía una atmósfera de deseo, llegan al destino, y cuando se despiden con un beso no logran despegar sus labios, fué una batalla de lenguas combatiendo el dominio, de quien se comía a quien, las manos no podían estar quietas, si fuera por ellos harían el amor en ese preciso momento, pero la conciencia de estar en la calle a esa hora en esa peligrosa ciudad los detuvo, a pesar de sus caras de frustración lograron despedirse, con la ilusión y el gusto para la próxima cita.